Quimera es diseño y arquitectura, un warm-blend único que se concibe en la viña. Santiago y Roberto interpretan año a año la tierra en la búsqueda de un vino imposible, haciendo única cada cosecha.

Resulta un vino de matices muy profundos con aromas que van desde las notas de pedregal y de tierra, la fruta oscura, hasta los delicados acentos de romero. De boca amplia, casi femenina y deliciosa acidez.

Quimera es heurística, es descubrimiento personal, es búsqueda de perfección.